El lado humano de los árbitros

Ahora que se acerca el fin de temporada, comienza la época del año en la que los nervios están a flor de piel y casi cada partido es una final, a veces, literalmente, los árbitros suelen ser los peores parados, ya que cuando a esa tensión se le añade frustración, esa mezcla se vuelca sobre los árbitros.

Los árbitros no somos los "malos" ni vamos a perjudicar a nadie, somos deportistas igual que los que están jugando queriendo hacer lo mejor posible nuestra labor pero somos humanos y erramos. Nos preparamos los partidos, como también hacen los equipos. Nos emocionamos cuando nos dan un partido importante, y disfrutamos arbitrándolo, igual o más que el resto de partidos.

Nos alegramos cuando un jugador/a  que hemos arbitrado cumple su sueño y debuta en primera, con las selecciones "A" o "B", o con el primer equipo del club.
Nos alegramos cuando vemos progresar año a año a un jugador/a, ya que supone que ambos estamos avanzando, y pocas cosas dan más alegría que eso en este mundillo.
Ver benjamines que con el paso de los años se convierten en juveniles/senior, y ver que seguimos ahí, en el mismo mundo, cada uno en su faceta. Eso da alegría a la vez que nostalgia.
Disfrutamos las buenas jugadas, sean del equipo que sean. Disfrutamos de los partidos, sin importarnos el resultado, ya que no hay mejor resultado en un partido que haberlo hecho lo mejor posible.
Entrenamos, corremos y madrugamos, como cualquier deportista.
Disfrutamos de los viajes, cuanto mas lejos, mejor. 

Un árbitro no es un bicho raro, es una persona normal, y como tal debería de verse.
No es malo hablar con jugadores y entrenadores, ya que, si entre todos nos ayudamos, siempre dentro de unos límites, nos va a ir mejor. 
Es increíble la sensación de nervios/ganas que se tiene cuando antes de un partido se hace la salida. Cuando se da el pitido inicial, y miramos a nuestr@s compañer@s, sabiendo que, si todo sale bien vamos a disfrutar de ese partido. Con "que todo salga bien" me refiero a que sea un partido normal, con la tensión, los nervios y la ilusión con la que se juegan los partidos, pero con respeto, tanto de los jugadores como de la grada. En ningún trabajo es normal tener que llamar a las FOP, y hay que intentar que en el arbitraje tampoco sea necesario, ya que, cuando se precisa ayuda de las FOP en un partido, se está empañanado algo tan bonito como es el deporte.
En estos partidos, algunos de nosotros también nos jugamos mucho: posibles ascensos y posibles descensos, así que, también queremos hacerlo mejor que nunca, con honestidad y con la ilusión que nos motivó a meternos en este mundo.
Los árbitros somos personas, y como tal, nos equivocamos. 

Pero rectificar es de sabios, y no hay mayor lección que aprender de los errores.

Fuente: Mundo del Arbitraje