La autoridad es la facultad que tiene un árbitro para ordenar,
imponer su punto de vista y hacerlo respetar por parte de los jugadores.
Así, cuando el silbato tiene “autoridad” está acreditado a ejercer un
determinado poder dentro del campo de juego, esta potestad se la da el
reglamento, su profesión y el gremio al que pertenece, no obstante la
obediencia por parte de los deportistas es esencial para ponerla a
prueba y para que estos acepten sus mandatos específicos, es decir, al
árbitro le hacen caso porque demuestra que sabe mandar.
Tipos de autoridad
La autoridad de un árbitro se puede clasificar en jurídica y moral,
la primera se impone por obligación y se divide en lineal, personal y
funcional, se denomina autoridad de línea la que detecta el silbato para
dirigir las acciones de un jugador; la personal se da cuando es
delegada progresivamente a terceros, un ejemplo es, el árbitro confía a
sus asistentes ciertas situaciones específicas; y la funcional es la que
tiene al desempeñar su función. La autoridad moral es la que se impone
por convencimiento y se clasifica en técnica, que se da por lo el
árbitro ha estudiado, aprendido o por experiencia; y la personal por sus
actos de vida o por su vida ejemplar.
Autoridad y poder
La autoridad es un derecho cuya legitimidad se basa en la posición
que tiene la figura del árbitro en los partidos. El poder, se refiere a
la capacidad de un individuo para influenciar decisiones, por lo tanto, "
la autoridad es parte del concepto ampliado del poder, esto es, la
habilidad de persuadir en las decisiones soportada en la categoría
legítima de un individuo”; sin embargo, no es necesario tener poder para
intervenir en una acción, como ejemplo de lo anterior se puede decir
que el árbitro asistente tiene autoridad para facilitar y ayudar al
desarrollo normal de un partido, pero no tiene poder para imponer su
criterio.
Obediencia vs autoridad
La obediencia es esencial para que se ejerza la autoridad, en el caso
del arbitraje el árbitro tiene que encontrar las herramientas para que
los jugadores acaten sus mandatos específicos, aunque por el hecho de
ser designado ya tiene ganado el 50%. En el caso concreto esta
autoridad, en el sentido indicado puede descansar en los más diversos
motivos de sumisión, que se dan por habituación o por arreglos afines,
es decir, quien juega futbol sabe de antemano que quien domina es el
silbato, al árbitro le hacen caso porque tiene autoridad, demuestra que
sabe y lo más importante que sabe mandar.
Como se adquiere
Un árbitro tiene cinco formas de adquirir la autoridad en los
partidos por parte de los jugadores; la primera es por el medio
legítimo, esto es acertando en las decisiones técnicas y disciplinarias;
la segunda es por medio de la coerción, algunas veces el árbitro tiene
que recurrir a la represión y a las sanciones; la tercera es la
recompensa que no es otra cosa que darle al jugador algo que el valore,
por ejemplo, la amistad y el apoyo para la superación; la cuarta, es por
medio de la experiencia, el conocimiento, los años de aprendizaje sobre
el arbitraje, le conceden el poder de experto; y la quinta por medio de
un referente, si un árbitro admira a otro con el que se identifica
hasta el punto de moldear su comportamiento o actitudes, este último es
quien referencia el sentido de autoridad.
Recomendaciones útiles
En un partido, el silbato carismático puede influenciar a otras
personas ya sean estas sus superiores, iguales o subordinados, la
autoridad se debe demostrar e imponer con respeto de esta manera no
importa quién es el participante del partido. Por otra parte en los
encuentros no se debe confundir en autoridad con autoritarismo, es
decir, al jugador hay que reprimirlo, pero también hay que darle
libertad; por último, un árbitro debe separar la autoridad privada o
personal de la autoridad deportiva y no mezclar ninguna de estas en su
vida diaria.
Fuente: Revista Arbitros
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