lunes, 13 de marzo de 2017

"Las agresiones a los árbitros se erradican con educación y sanciones más severas"

Clos Gómez sintetiza el malestar del colectivo arbitral aragonés ante los ataques recibidos. En el último mes cinco colegiados han sido golpeados mientras desempeñaban sus funciones.

        
Lo que pareció ser un hecho aislado, está empezando a convertirse en una tónica tan habitual como deplorable. En apenas un mes, el fútbol aragonés se ha visto sacudido por diferentes capítulos de violencia en varios campos de fútbol con los colegiados como víctimas. Alejados del foco mediático y de estadios atestados de aficionados, decenas de árbitros sufren cada fin de semana insultos, desprecios... y ataques. Agresiones de tipo verbal o incluso físicas que hacen que los partidos no acaben con el pitido final, sino en comisaría.

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En un primer momento me dieron ganas de dejarlo. Estaba hecho polvo. Me pasé el sábado llorando. No hay derecho. Pero poco a poco me han ido animando y no voy a dejar que me quiten la ilusión", reflexionaba ayer Truman Calvo, de 19 años, el último trencilla en sumarse a esta lista de damnificados. En su caso, fue golpeado el pasado sábado por varios aficionados tras el choque entre el Atlético Valdespartera y la EMF La Muela.
Pero más allá del dolor físico –encajó una bofetada de una madre y varios bofetones–, subyacen las secuelas emocionales. "Mi mujer lleva sufriendo desde el sábado y no es una situación agradable. Truman es árbitro desde hace dos años por vocación. De hecho, nosotros le dijimos que no se complicara la vida. Pero ahora le apoyamos con todas nuestras fuerzas. Y esperamos que los agresores sean identificados", aseveraba su padre, Arturo Calvo, quien no podía disimular una profunda desazón. 









Fuente:  heraldo.es        

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