Entrevista con el árbitro catalán, nacido en Sabadell, que acaba de ser ascendido a Primera División
David Medié Jiménez, nacido en Sabadell hace 32 años, será el tercer árbitro catalán en Primera División. Acaba de ascender, uniéndose así a Alfonso Álvarez Izquierdo y Xavier Estrada Fernández.
¿El nombramiento le brindó uno de los días más felices de su vida? Profesionalmente se puede definir así. Ha sido la consecución de un sueño que tenía cuando empecé.
¿Aspiraba a llegar a Primera? Llegar a Primera es lo máximo en cualquier ámbito, pero el objetivo inmediato es subir a la categoría superior a la que estás. Los objetivos lejanos se consiguen cumpliendo los más cercanos.
¿Qué le motivó a dirigir su primer partido? Empecé sin saber mucho dónde me metía. Yo jugaba a fútbol, pero mi padre era árbitro e iba a ver sus partidos. Mi primer partido no me llamó mucha la atención. Poco a poco valoré aspectos positivos. Te forma como persona. Has de impartir justicia en un campo de fútbol, has de tomar decisiones…A veces eres la persona más adulta del campo, aunque no sea así. Pitaba en Tercera Regional a jugadores que me doblaban la edad, y demostraba ser la persona más madura del campo.
¿Aspiraba a llegar a Primera? Llegar a Primera es lo máximo en cualquier ámbito, pero el objetivo inmediato es subir a la categoría superior a la que estás. Los objetivos lejanos se consiguen cumpliendo los más cercanos.
¿Qué le motivó a dirigir su primer partido? Empecé sin saber mucho dónde me metía. Yo jugaba a fútbol, pero mi padre era árbitro e iba a ver sus partidos. Mi primer partido no me llamó mucha la atención. Poco a poco valoré aspectos positivos. Te forma como persona. Has de impartir justicia en un campo de fútbol, has de tomar decisiones…A veces eres la persona más adulta del campo, aunque no sea así. Pitaba en Tercera Regional a jugadores que me doblaban la edad, y demostraba ser la persona más madura del campo.
¿La impotencia de no poder responder? No, la impotencia de sentir que haces algo que crees justo, de buena fe, y que por un fallo te insulten. Es pasarse tres pueblos.
¿Los insultos cambian con las categorías: suben de gravedad, de decibelios…? No está relacionado con la categoría; se corresponde con la gente que haya en el campo. Los padres son muy mal hablados. Son de los peores, porque lo viven con sentimientos: a su hijo le dan patadas, le hacen faltas, le pitan un penalti... Pero se llega a unos límites que no son correctos.
¿Mira los partidos que ha arbitrado? Claro. Todos. Con papel y boli, apuntando todas las jugadas en las que he fallado y apuntando cómo no habría fallado.
¿El mejor amigo del árbitro será el VAR? Está en fase de estudio. Habrá que ver cómo funciona. No compete solo al árbitro, sino a todo el mundo del fútbol. Algo tendrán que decir los jugadores, los entrenadores, los aficionados…
¿Cuáles son las decisiones más difíciles de tomar? ¿Los penaltis, los fueras de juego…? Son las manos. Es difícil valorar si está de despegada del cuerpo, si contacta de manera voluntaria o no con el balón... Son jugadas muy rápidas.
¿Cuando mira un partido lo hace como aficionado o como árbitro? Es imposible mirarlo como aficionado cuando empiezas a arbitrar. Obviamente porque no tienes afición por ningún equipo. Miro al compañero que pita e intento que me sirva lo que hace en el campo, sea de la liga inglesa, italiana o alemana para aprender y mejorar.
¿El mito de que los árbitros no son de ningún equipo es verdad? En mi caso, sí. No sé los demás. Empecé muy joven y no tuve tiempo de decidirme por ningún equipo. Conforme vas arbitrando, aunque cueste de entender, te gusta el fútbol para ver a los árbitros y disfrutas del buen fútbol y de un árbitro que lo hace bien.
¿Usted es del Árbitros CF? Sí, soy del Árbitros club de fútbol, exacto. Igual que un aficionado quiere que su equipo gane, yo quiero que el árbitro lo haga bien.
Fuente: elperiodico.com
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