Aunque muchos no lo crean los árbitros en diferentes encuentros durante la temporada son evaluados por la figura del delegado informador lo que analiza la actuación de los colegiados en los partidos con el objetivo de mejorar la progresión y elevar el nivel del arbitraje en beneficio del juego. En lo que respecta en las categorías de Primera División, Segunda División, Segunda División B y propiamente está temporada en la liga femenina Iberdrola se lleva a cabo en todos los encuentros la evaluación arbitral, denominándose esta figura como delegado de partido.
Si existe una persona en el fútbol que esté continuamente examinándose ese es el árbitro, en el sentido literal del término. Ninguno de los actores principales que saltan al césped se somete a un enorme juicio sumarísimo ni recibe tanta presión como el señor que maneja el silbato. Su actuación es mirada con lupa por directivos, entrenadores, jugadores, aficionados de los dos equipos e incluso por su propio colectivo. Pero es necesario precisar que en este último caso no se trata de ejercer de ‘chivato’, sino de una supervisión que busca mejorar la progresión del colegiado y elevar el nivel del arbitraje. De ahí surge la figura del delegado-informador, que en el Comité de Árbitros prefieren denominar formadores. Delegado-informador es el término designado para este colaborador que actúa como especie de ‘gran hermano’ arbitral en Tercera, en categorías regionales y en casos puntuales partidos relevantes de fútbol base sobre todo juveniles.
¿ Qué es lo que se le evalua al árbitro ? En dichos informes el formador juzga la actuación arbitral y se reflejan los datos del partido y la categoría. El núcleo del trabajo es la actuación técnica del árbitro, su control del partido, la personalidad, el régimen disciplinario y su condición física. Luego hay otros apartados como el de cosas a mejorar a modo de resumen de los puntos anteriores y el de comportamiento arbitral en el que también se incluye el de los asistentes con el público, jugadores y entrenadores. Y por último se hace una puntuación global de lo sucedido en el campo. Todo esto se le traslada al árbitro. Además también se valora que los asistentes también son seguidos por ese ‘ojo que todo lo ve’. Se les valora de forma individual. Lógicamente es distinto porque el asistente número 1 lleva el control del área técnica y el número 2 no lo tiene porque está situado frente al banquillo. Se valora la compenetración con el árbitro, si están atentos a las faltas de saque o fueras de juego y a su zona comprendida. Son cosas puntuales y va en beneficio del propio árbitro.
Los delegados informadores la pantilla la conforman exárbitros que antes estuvieron en activo siendo estos los mejores conocedores de la función y difícil labor a desempeñar por los colegiados.
Fuente: Mundo del Arbitraje
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