Reproducimos la entrevista que el periódico Mundo
Deportivo le hizo a Miguel Ángel Pérez Lasa, ex-árbitro de 1ª División
que abandonó su puesto esta temporada debido a que cumplió la edad
máxima que permiten los estatutos para arbitrar en esta categoría.
Después de más de 30 años dedicado al arbitraje, Miguel Ángel Pérez Lasa (Andoain, 1967) colgó el silbato, obligado por la edad, hace un par de semanas. Ayer recibió en Donostia un
masivo homenaje en el Kursaal, al que acudieron cerca de 700 personas
procedentes de todo el Estado para homenajear la carrera de uno de los
mejores árbitros guipuzcoanos de la historia.
¿Cómo recuerda los inicios?
Empecé en Andoain, a entrenar a
chicos de 13 años y a arbitrar torneos de veteranos y me gustó. Con 15
años me federé. Empecé poco a poco, fui tirando para arriba y las
circunstancias me acompañaron con los ascensos.
Arbitrar en el Camp Nou y en el Bernabéu suena muy bien, pero hay que hacerlo en campos de Tercera...
Tienes que baquetearte en campos de
abajo. Afortunadamente en Gipuzkoa hay una afición bastante más calmada
que en otras zonas del país. Estamos viendo agresiones continuas. Aquí
la afición es más culta, más respetuosa, con un carácter más frío, menos
temperamental, pero hay que pasar por otros campos y aguantar los
insultos... Nosotros salimos a pecho descubierto, sin protección.
¿Recuerda algún mal momento?
Tuve un incidente al poco de
empezar. Yo fui de los que crecí un poco más tarde y era más grande la
bolsa que yo. La ama estaba asustada con todo lo escuchaba, pero cuando
me veía llegar contento a casa, ella disfrutaba conmigo. Ahora hay lista
de espera en el colegio de árbitros
¿Pérez Lasa ha disfrutado en el campo de fútbol?
Muchísimo.
¿De verdad que los árbitros pueden disfrutar?
La gente que me conoce sabe
perfectamente que yo he disfrutado muchísimo en un campo de fútbol.
Tengo cara de 'mala hostia', pero estoy disfrutando. Nosotros dirigimos
el juego. Tenemos un poder que la gente no se imagina. Podemos llevar el
partido hacia donde nos dé la gana y cuando tienes experiencia, y los
jugadores te respetan, más todavía. Cuando el partido se empieza a
calentar, tú empiezas a cortar. Dejas la ley de la ventaja en función de
cómo vaya el partido. Controlas la gestión del partido, no sólo de
dónde está el balón, sino de todo el campo.
¿No cree, precisamente, que la gente tiende a creer que son unos chulos porque saben que tienen ese control?
Una cosa es que tengas el control y
otra es la manera en la que lo utilices. Yo he sido muy autoritario,
sobre todo en mis primeros años. Me veía en la tele y me decía: '¿A
dónde vas por ahí?' Me creé una imagen de árbitro y eso me ha venido
bien para ganarme el respeto de los jugadores y convertirme en un
árbitro previsible. Yo soy Pérez Lasa y todo el mundo ya sabe qué tiene
que hacer y qué no. Conmigo se sabía perfectamente que no valían las
protestas. Las últimas tres, cuatro, cinco temporadas apenas he sacado
tarjetas por protestar.
La última, a Víctor Valdés...
Ese partido lo perdieron y el
anterior, tres días antes, también. Estaban nerviosos. Creo que Valdés
pensó que les iban a dar caña porque no habían jugado nada y montó un
follón para desviar la atención de los medios de comunicación. Lo
consiguió porque al día siguiente se habló de todo eso.
¿Cómo ha visto su propia evolución como árbitro?
Creo que he ido a más a la hora de
mejorar mi actitud, de ganarme el respeto de los jugadores, a la hora de
gestionar los partidos. La experiencia y el respeto que te tienen los
jugadores, te hace gestionar el partido mejor, sin esa presión añadida
que te ejercen lo jugadores cuando protestan. He sido un árbitro
respetado, precisamente por esos primeros años que me hicieron ganarme
el respeto o el miedo, que es lo que generas. El caso era que el partido
no se me fuera.
¿Cómo ve el jugador al árbitro?
Creo que los jugadores, cuando salen
al campo, no nos ven. No se preocupan del árbitro hasta que empiezan
las jugadas. Si el partido va tenso, te empiezan a ver como el enemigo.
Depende de cómo vaya el partido, ellos te empiezan a ver, a sentir.
Claro que tienen una imagen nuestra, nos conocen perfectamente. Si no
son ellos, es alguien del club quién les dicen qué es lo que permite
este árbitro, qué no... pero el jugador sale el terreno de juego a
jugar.
¿Pérez Lasa es muy de hablar con los jugadores?
Hablo con todos. En el túnel hago
una labor importante. Sé que hay jugadores más conflictivos tanto por lo
que generan por sí mismos, como por lo que pueden generar en otros.
Muchas veces les hablo, les comento que igual van a provocarles, que si
tienen algún problema, que me lo digan, que no se rebelen, que yo me
encargo de controlar... Si les puedo ayudar en algo, lo hago.
¿Se lo agradecen?
Sí, porque ellos se sienten protegidos, pero a la vez vigilados.
¿Es lo normal en todos?
Yo he evolucionado por las
circunstancias y por mi experiencia. Hay otros que entran de nuevos y
tienen que imponer su personalidad y enseñar a los jugadores cuál es su
modo de arbitrar. Los jugadores te miran a ver por dónde cojeas, qué es
lo que permites y qué no. Te ponen a prueba y los primeros años son muy
importantes. Ahí te ganas la imagen.
Pero ahora el colectivo arbitral es mucho más profesional...
El fútbol ha evolucionado mucho y
tú, como árbitro, también tienes que hacerlo. Antes, la exigencia física
no era tal y ahora es muy alta. Yo entreno cuatro o cinco días a la
semana. El fútbol es muy rápido, antes no era así. Ahora se gana mucho
más dinero, somos más profesionales. Trabajamos mucho la preparación de
los partidos.
¿Cómo?
Vemos los equipos, las tácticas que
emplean... Depende de los jugadores que jueguen, el planteamiento puede
ser diferente. No es lo mismo el Madrid con unos jugadores que con
otros. Todo eso lo estudiamos y lo analizamos y luego vemos si ha podido
haber algún conflicto en el partido de ida, o el año pasado...
¿Es importante tener los mismos asistentes?
Sí, porque ellos me conocen cómo me relaciono y cuándo me gusta que intervengan o cuándo no.
¿No cree que serían incluso más cercanos si pudieran hablar después del partido y reconocer sus errores o sus aciertos?
Es interesante que el árbitro sea
más cercano, pero no sólo cuando hay jugadas polémicas. Ha habido veces
que hemos querido transmitir nuestros criterios y allí no había medios
de comunicación. Eso no vende. Vende la polémica. Quieren que cuando
termines el partido, salgas en caliente y te encuentres 30 periodistas
que te crucifiquen, y que te digan: 'Que malo eres'. Eso es lo que
vende, pero no es didáctico. Lo entiendo, pero no entro a ese juego.
¿Cómo se lleva eso de ser el malo de la película?
Sabemos que somos los primeros a los
que nos señalan. Acepto la crítica profesional, perfectamente, pero que
se metan con mi vida personal, no lo acepto. Cuando cometo un error, lo
acepto.
Nadie se pone en la piel del árbitro...
He invitado a todo le mundo a probar. Les digo que prueben para ver qué sensaciones tienen y que luego me lo cuenten.
¿Existen árbitros que quieran perjudicar deliberadamente a un equipo?
Eso es absurdo porque los primeros
perjudicados somos nosotros. Tenemos una puntuación en cada partido y
esa calificación, te sube o te baja. Cuando cometemos errores graves,
técnicos o de apreciación, nos dejan nuestras semanitas de descanso para
reflexionar. A mí me parece bien.
¿La famosa 'nevera', no?
Semanas para reflexionar (se ríe).
¿Los árbitros son de algún equipo?
Siempre me he pronunciado y he dicho
que soy seguidor de la Real. Me gusta y he disfrutado de ella, pero
cuando sales a un terreno de juego ni piensas que está la Real
involucrada o no. Pitas porque tienes que pitar. Las últimas jornadas de
Liga, el Comité evita ponerte partidos que afecten a la clasificación
del equipo de tu ciudad. Yo, en los últimos partidos, por ejemplo, no le
he pitado al Valencia. En la época en la que la Real estuvo por la
parte de abajo, me evitaron poner partidos del descenso, cuando he sido
un fijo de esos partidos.
¿Va a echar de menos arbitrar?
Muchísimo. Lo voy a echar de menos porque yo disfruto mucho en el campo.
¿Va a seguir implicado?
Quiero seguir vinculado porque 30 años de experiencia tienen que valer de forma didáctica para los que vienen de abajo.
¿Deja muchos amigos?
Sí. Todo el mundo se has volcado en
el homenaje y la respuesta ha sido muy buena. Espero no emocionarme. Sé
gestionarlas en un terreno de juego, pero las emociones personales...
Fuente: Rincon del Arbitro,Mundo Deportivo
No hay comentarios:
Publicar un comentario