viernes, 16 de agosto de 2013

"Siempre podemos mejorar", por Manuel Pérez Lima

Hay partidos que no salen como esperábamos, le dedicamos el mismo entusiasmo y dedicación que los demás encuentros, hacemos el pre-partido, tenemos clara la táctica y técnica a seguir en el mismo tras estudiar a los equipos, pero aún así nos equivocamos o nuestras decisiones no son las correctas en el mismo.
El estudio y el posterior análisis que tenemos que hacer en estos encuentros son de gran importancia, y nos van a servir de ayuda, inclusive más que en partidos que nos han salido perfectos.
Tenemos que tener claro que se aprende más de un error que de un acierto, no necesitamos que nadie nos diga que estuvimos mal, un árbitro sabe cuando no ha estado a la altura de lo esperado, nuestras sensaciones son diferentes, por alguna razón no estamos bien, las cosas no te salen y se complican, deseamos que el reloj se mueva un poco más rápido, queremos que el partido termine lo antes posible.
El periodo posterior al encuentro es muy importante si queremos mejorar y enfrentarnos al próximo partido con éxito.
Tenemos que tener claro que una vez finalizado el partido no podemos hacer nada, pero hay más choques, no se acaba el mundo aquí, sólo tienes que aprender de tus equivocaciones.
PASOS A SEGUIR
1. - No te castigues ni estés enfadado mucho tiempo y mucho menos le des vueltas a la cabeza con frases de este estilo: “si hubiese hecho esto” “si hubiese expulsado a este jugador” “no tenía que haber dicho eso al central” etc...
- Lo que tienes que tener presente después de un mal partido es no estar lamentándote de tu mala actuación más de un día.
- Dedica las horas posteriores al encuentro a pensar en lo que ha ido mal y el por qué.
- Una vez finalizado ese tiempo hay que cambiar el chip y pensar en positivo, nunca te dejes arrastrar por la frustración o el miedo, cabeza alta y mirar hacia delante.
2.- Determina cuales han sido las causas del mal partido, que ha pasado para no ver una jugada en concreto, o que nos ha distraído para no mantener la concentración. Después de pasar el momento de decepción, revisa los preparativos durante la semana para ese partido visualizando nuestras sensaciones en los días previos al encuentro ¿Seguiste los pasos previos recomendados antes de un partido? Ver vídeos de los equipos, repasar las reglas de juego, la nueva circular, charla con los árbitros asistentes antes del encuentro ¿Te saltaste algo? ¿Te confiaste?
Actúa como un buen delegado de partido o informador junto a tus árbitros asistentes y busca los pasos a seguir que te lleven por el buen camino para conseguir la no repetición de un mal partido, no busques sólo en los errores de apreciación ¡Vete más allá de eso! Mira mejor que te hizo no tomar la decisión correcta, mala situación, problemas personales que nos acompañaron por momentos en el encuentro, hablar demasiado con los jugadores, tener dudas de lo señalado en jugadas anteriores... Dicho de otra manera, no busques dónde te caíste, sino donde tropezaste.
3.- Si no te encuentras bien cambia de táctica, intenta algo nuevo. Si ves que haciendo la diagonal exigente no estás cómodo, realízala diferente, adáptala a tí. Tienes que intentar adaptar las recomendaciones del comité a tus condiciones como árbitro, no al revés, las recomendaciones son para un perfil determinado, no son para todos los árbitros.
4.- Si te ves frustrado porque en las segundas partes te faltan fuerzas para llegar a las áreas, dosifícate bien durante los 90’ no te vuelvas loco corriendo en la primera parte, intenta buscar siempre una mejor posición, lee bien el partido para adelantarte a la jugada y así no necesitas correr tanto.
Estas recomendaciones son para ponerlas en práctica en un partido oficial, ensaya primero en los encuentros de fútbol base.
Posiblemente te estés agobiando por las exigencias del comité de cómo hay que arbitrar un partido de fútbol, olvídate de eso y disfruta más del arbitraje, al final la posición correcta o el mejor árbitro es el que más acierta.
Las barreras psicológicas las ponemos nosotros mismos intentando agradar siempre a otros y no a nosotros. Recuerda, adapta las recomendaciones a tí, y no al revés.
5.- Recurre a un árbitro veterano con quién tengas confianza y que te vaya a ver en un encuentro oficial, éste te dirá con determinación y sin egos de por medio dónde está tu problema.
Recuerda siempre que cuantos más errores tengas o cuanto más te equivoques más vas a mejorar, así que levanta la cabeza y sé lo mejor árbitro que puedas llegar a ser.

Fuente: CETARA

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