El árbitro Gonzalo Ceballos Saiz fue agredido el domingo por el jugador del Marina Sport Cristian García, quien previamente había golpeado a un espectador durante la disputa del partido de Liga Nacional Juvenil, que se celebró en la mañana del domingo, en el campo del Pisueña, entre el equipo local y el conjunto de Soto de la Marina. Esta doble agresión en un partido de fútbol de categorías menores ha provocado todo tipo de reaciones en contra. Los presidentes de ambos clubes, el de la Federación Cántabra y el responsable de los árbitros han manifestado su repulsa por los hechos. «Lo primero que hecho nada más llegar a casa tras el partido ha sido dar sistemáticamente de baja del club a nuestro jugador Cristian García», aseguraba el presidente del Marina Sport Alfredo Martínez, a este periódico, bastante disgustado por lo ocurrido. El máximo mandatario del equipo del equipo de Santa Cruz de Bezana explicaba como sucedió la agresión por parte de su ya exjugador. «Durante un lance del encuentro Cristian y otro jugador local tuvieron unas palabras que no escuché, lo que propició que desde la grada un grupo de espectadores insultaran a nuestro jugador. Yo me encontraba junto al padre de Cristian, que se puso a increpar a esos espectadores, lo que produjo una fuerte discusión entre ambas partes. Intenté apaciguarlo, pero en ese momento Cristian salió del campo y le propinó un golpe a uno de los espectadores. Tras regresar al campo, el árbitro le mostró la tarjeta roja y en ese mismo momento el el jugador reaccionó dándole un puñetazo en el pómulo al árbitro. Algo increíble, que no tiene ninguna explicación», denunciaba Alfredo Martínez.
Por su parte, Higinio Rabago, presidente del Pisueña, ha declarado al EL DIARIO MONTAÑES que, «el jugador del Marina Sport –Cristian-, ya había sido amonestado, y estaba amenazando al colegiado cada vez que pitaba algo en su contra. Por lo demás, entre el resto de los jugadores no pasaba absolutamente nada, estaba siendo un partido muy normal. Nuestro entrenador, tras ver lo sucedido, se acercó al colegiado acompañándolo a su vestuario».
Los hechos se produjeron el domingo por la mañana en Vega de Villafufre durante el encuentro de la categoría juvenil nacional entre el Pisueña y el Marina Sport. El partido enfrentaba al último clasificado, el Pisueña, contra el cuarto y la agresión se produjo en el minuto 52, cuando el Pisueña ganaba por 1-0. Tras los sucedido el colegiado suspendió el encuentro.
Por su parte, el presidente de la Federación Cantabra de Fútbol, José Ángel Peláez señala que «la Federación tomará cartas en el asunto, porque esto es un hecho muy grave y tiene que corregirse con la máxima dureza.Todos podemos estar de acuerdo o no con la actuación de un árbitro, pero nunca se puede permitir la violencia, tanto física como verbal. La Federación propondrá la máxima sanción ante los comités correspondientes, dado que nuestro interés es proteger a los colegiados y evitar que esto se repita».
Por su parte, el presidente del Comité de Árbitros de Cantabria, Adolfo Vázquez Veiga, añadió que el organismo cántabro quiere manifestar su«repulsa más absoluta hacia la agresión sufrida por Gonzalo. Ojalá personas como este chico sean erradicadas del mundo del deporte». Vázquez Veiga también quiso dejar claro que «este es un hecho aislado. Nosotros nos sentimos totalmente respaldados por la federación, lo que nos da fuerza para seguir como hasta ahora».
Según informaron fuentes federativas, el colegiado Gonzalo Ceballos Sainz interpuso una denuncia por agresión en la Comisaría de Torrelavega, después haber acudido al hospital de Sierrallana, donde se le entregó un parte de lesiones, tras haber sido reconocido por los médicos.
Fuente: www.eldiariomontanes.es
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