lunes, 10 de septiembre de 2018

Sara Fernández, la única árbitra asturiana en Primera División

Sara Fernández Ceferino (Sotrondio, 1988) tiene el honor de ser la única árbitra asturiana en la Primera División Femenina de España. Su pasión por el balón la acompañó desde muy pequeña y nunca dejaba de jugar en el patio del colegio con sus amigos. Cuando se enfrentó a las dificultades de continuar jugando a un deporte que, por desgracia, aún no le pone las cosas fáciles a las mujeres, decidió continuar su trayectoria en el mundo del arbitraje. Hoy en día ha conseguido labrarse una reputación exitosa dentro y fuera de los terrenos de juego, habiendo arbitrado incluso en competiciones europeas de máximo nivel. La sotrondina, conocida como 'la sargento de hierro' por su mano dura y sus claras decisiones, tuvo recientemente el «honor» de ser la pregonera de las fiestas de San Martín de Tours de Sotrondio.

Sara Fernández, con su equipación oficial y una tarjeta, en Sotrondio. /JUAN CARLOS ROMÁN

–¿Cómo se adentró en el mundo del fútbol?
–La verdad es que siempre me gustó el fútbol. Desde que tengo uso de razón me recuerdo jugando pachangas con los amigos y compañeros de colegio e iba a ver a mi hermano jugar al fútbol. El problema es que las cosas por aquel entonces no eran como ahora y las chicas no lo teníamos fácil para jugar federadas en un equipo. Aun así, yo siempre disfruté de este deporte como una más y tuve el apoyo de mi familia.
–¿Cómo llevó a cabo ese cambio hacia el arbitraje?
–Como comentaba, ahora en la Cuenca del Nalón tenemos equipos femeninos y las niñas tienen más oportunidades, pero de aquella no había y tenía que desplazarme lejos para jugar en otros equipo de Oviedo o Gijón, lo que me robaba demasiado tiempo y me impedía compaginar el deporte con mis otras obligaciones. Fue entonces cuando me hablaron de la existencia de cursos profesionales de arbitraje y de la posibilidad de ver el fútbol desde otra perspectiva diferente. Así fue como me decidí a probar y la verdad que hoy en día estoy encantada porque esto me apasiona de verdad y lo vivo a tope.
–Cuénteme en que situación profesional se encuentra actualmente.
–La verdad es que es un camino largo y no es sencillo. Pasas por muchas categorías, tienes que ir superando pruebas y subiendo de nivel. Actualmente estoy dirigiendo partidos como árbitra de primera división femenina, lo cual es un verdadero orgullo porque es una categoría fantástica. En cuanto al fútbol masculino, arbitro como asistente en algunos encuentros de tercera división. Es una perspectiva diferente, pero también muy interesante.
–¿Existe la posibilidad de que una mujer arbitre en la primera división masculina?
–Claro que es posible. El problema es que hay mucho nivel y las pruebas físicas son las mismas para ambos. Sin embargo, en el fútbol femenino son más asequibles, lo que no quiere decir que sean más fáciles, ya que los tiempos varían un poco.
–Nos encontramos en un momento especial, pues este año es la primera vez que la primera división femenina ha sido arbitrada íntegramente por mujeres. ¿Qué balance puede hacer respecto a esta situación?
–Efectivamente, la pasada temporada la primera división femenina fue arbitrada íntegramente por primera vez por mujeres. Puestos a hacer balance diría que hay un a evolución muy favorable en torno a todo este mundo del fútbol femenino. Se está trabajando muy bien institucionalmente y por parte de los clubes. La reestructuración que se está haciendo es positiva porque la repercusión mediática se ha incrementado y al final es lo que queremos: que el fútbol femenino llegue a todos.
–¿Qué factores pueden influir en esta mayor visibilidad del fútbol femenino moderno?
–El hecho de que se hayan televisado varios partidos por jornada, que se estén jugando algunos encuentros importantes en estadios grandes como el Calderón... Al final todo eso es positivo. Todo esto es un gran paso para el arbitraje femenino y la verdad que tenemos un gran apoyo detrás. Este es un proyecto muy grande y muy importante y está empezando desde abajo con unos cimientos muy fuertes para que el fútbol femenino y en particular el arbitraje tengan un gran futuro.
–No todo es positivo en torno al arbitraje. No paramos de ver casos de ataques, vejaciones o insultos hacia los árbitros. ¿Qué opina respecto a esta problemática y la figura del árbitro en el fútbol moderno?
–La verdad es que, lamentablemente, la figura del árbitro va ligada a que te puedan insultar y decir lo que a cada uno le apetezca durante el partido y esto me parece muy triste. Un árbitro sale al campo al igual que los jugadores a hacerlo lo mejor que sabe, a ser justo, no se quiere equivocar con sus decisiones, aunque somos personas y nos podemos confundir.
–¿Considera que estos problemas se amplifican por el hecho de ser mujer?
–Sí que me han insultado algunas veces, al igual que a mis compañeros, pero creo que lo mejor es ser fuerte, olvidarlo y, si te gusta, seguir con tu trabajo. Que nadie te quite la ilusión y las ganas de hacer algo que te gusta o te apasiona.
–¿Qué consejos le daría a los niños o niñas que se planten iniciarse en el mundo del arbitraje?
-Creo que el mejor consejo es que prueben y que disfruten del fútbol desde otra perspectiva porque al final esto engancha y si les pasa como a mí acabará siendo una pasión. Es verdad que vives el fútbol desde otro lado, pero también se tienen muy buenos compañeros y conoces a gente increíble.
–¿Cómo ve la evolución de este deporte en Asturias y en las Cuencas particularmente?
–Para ser una comunidad pequeña, Asturias tiene muchísimos equipos con grandes deportistas y muy buenos jugadores. En las Cuencas tenemos buenos equipos que tienen una gran cantera detrás debido al número elevando de niños y niñas que juegan al fútbol desde bien pequeños. Y en cuanto al fútbol femenino está creciendo mucho, yo espero que en los próximos años se equipare al masculino. Entre todos debemos luchar por hacer del fútbol un deporte inclusivo.
–Recientemente se le ofreció la posibilidad de dar el pregón de las fiestas de Sotrondio, ¿Cómo vivió ese momento y que quiso transmitir en su discurso?
–Al principio sentí muchos nervios y no sabía bien qué decir o que podía aportar diferente. Pero la verdad es que es un honor que el pueblo se acuerde de ti y te haga este reconocimiento tan especial y valore lo que has conseguido personal y profesionalmente. En el pregón quise transmitir un poco el recorrido de mi vida en relación con el pueblo y con sus gentes.


Fuente: elcomercio.es

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