ALEJANDRO HERNÁNDEZ HERNÁNDEZ – COMITÉ CANARIO (LANZAROTE) – ÁRBITRO 1ª DIVISION.
Es mi modo de vida. Hay pocas cosas que me hagan disfrutar tanto como saltar al terreno de juego a arbitrar un partido de fútbol. Son sensaciones diferentes y especiales. En esos momentos me siento realmente realizado y es un verdadero privilegio dedicarme profesionalmente a algo que me apasiona tanto. No imagino mi vida sin estar vinculado al arbitraje de una u otra manera, ya que ha formado parte de mi día a día desde que tengo uso de razón.
Considero un privilegio haber podido dirigir dos encuentros en el antiguo estadio de San Mamés. Para todos aquellos a los que nos gusta el fútbol pisar ese césped supone un momento especial.
• Díganos la persona del mundo del fútbol de la que más ha aprendido o a la que admire por sus valores.
Alejando
Hernández Hernández, un joven y reconocido árbitro canario de Primera
División, nos ofrece su visión del arbitraje a través del test del
árbitro.
• ¿Cuál fue su primer partido como árbitro y qué recuerda de él?
Mi primer partido tuvo lugar hace 20 años. Fue un partido de benjamines entre los equipos U.D. Lanzarote C y C.D. Puerto del Carmen. Lo que recuerdo de aquel partido es que pasé muchísimos nervios. Además, antes del inicio del partido al lanzar la moneda para el sorteo, ésta cayó al suelo y comenzó a rodar por la moqueta de césped artificial. Tuvo que ser curiosa la imagen vista desde la grada de varios niños, entre ellos un árbitro de 11 años, corriendo detrás de la moneda para saber si salía cara o cruz. Fue un día especial que marcaría mi futuro.
• ¿Cómo definiría lo que significa el arbitraje para usted?Mi primer partido tuvo lugar hace 20 años. Fue un partido de benjamines entre los equipos U.D. Lanzarote C y C.D. Puerto del Carmen. Lo que recuerdo de aquel partido es que pasé muchísimos nervios. Además, antes del inicio del partido al lanzar la moneda para el sorteo, ésta cayó al suelo y comenzó a rodar por la moqueta de césped artificial. Tuvo que ser curiosa la imagen vista desde la grada de varios niños, entre ellos un árbitro de 11 años, corriendo detrás de la moneda para saber si salía cara o cruz. Fue un día especial que marcaría mi futuro.
Es mi modo de vida. Hay pocas cosas que me hagan disfrutar tanto como saltar al terreno de juego a arbitrar un partido de fútbol. Son sensaciones diferentes y especiales. En esos momentos me siento realmente realizado y es un verdadero privilegio dedicarme profesionalmente a algo que me apasiona tanto. No imagino mi vida sin estar vinculado al arbitraje de una u otra manera, ya que ha formado parte de mi día a día desde que tengo uso de razón.
• Señale la persona que más le ha ayudado en su carrera arbitral.
Me parece injusto nombrar a una sola persona en toda mi carrera arbitral. Implicaría dejar fuera a otros que también me han seguido y que han sentido como suyos mis éxitos y fracasos. Por tanto, me quedo con la gente que no ha dejado de confiar en mí incluso en aquellos momentos en los que hubiera sido fácil dejar de hacerlo.
• Indique el campo de fútbol al que le tiene más cariño.Me parece injusto nombrar a una sola persona en toda mi carrera arbitral. Implicaría dejar fuera a otros que también me han seguido y que han sentido como suyos mis éxitos y fracasos. Por tanto, me quedo con la gente que no ha dejado de confiar en mí incluso en aquellos momentos en los que hubiera sido fácil dejar de hacerlo.
Considero un privilegio haber podido dirigir dos encuentros en el antiguo estadio de San Mamés. Para todos aquellos a los que nos gusta el fútbol pisar ese césped supone un momento especial.
El ex-delegado de partido Ladislao Velasco, actual secretario de presidencia del Comité de Las Palmas, es la persona más íntegra y noble que he conocido desde que estoy vinculado al mundo del fútbol. Es un ejemplo como persona en todos los sentidos, y además de todo eso siempre tiene sabios consejos que ofrecerte. Ha sido un pilar importante en mi carrera, y se merece todo mi respeto y reconocimiento.
• ¿Cuál es la frase que repite o en qué piensa para darle motivación en los momentos difíciles?
Como en la carrera de casi todos los árbitros, he tenido rachas en las que las cosas se han complicado, ya fuera por lesión o por arbitrajes “desafortunados”. El hecho de haber salido de esos baches me ha fortalecido muchísimo, y me hace ver las situaciones desde otra perspectiva. En esos momentos difíciles es fundamental no perder la autoconfianza en uno mismo. En ese sentido me quedo con una frase: “La autoconfianza es la memoria del éxito”. Es importante recordar lo que has sido capaz de lograr en el pasado, no olvidarte de eso, para alcanzar metas mayores en el futuro.
• ¿Cuáles son sus últimas palabras con su equipo antes de saltar al terreno de juego?
Intento transmitirles siempre que sobre todo debemos disfrutar dentro del terreno de juego porque somos unos privilegiados. No debemos nunca olvidar que hay miles de compañeros que pagarían por estar donde estamos nosotros. Partiendo de esa ilusión por saltar al campo, con mucho trabajo y concentración hay un alto porcentaje de posibilidades de que todo salga bien.
• Cómo fue su debut en la categoría en que está ahora. Cuéntenos alguna anécdota.
Lo cierto es que de camino al campo sentí unos nervios que hacía tiempo no sentía. Se acercaba el momento de cumplir el sueño de arbitrar en Primera División, y ese cosquilleo en el estómago fue algo inevitable. Una vez empezó a rodar el balón todo se normalizó y disfrute mucho del momento.
• ¿Cuál fue el día más triste en su carrera arbitral y por qué?
Más que un día en concreto, la temporada 2010/2011 fue especialmente complicada para mí. Pasé por una lesión de la que estuve convaleciente durante algunos meses, y a ello se sumó una serie de partidos en los que las cosas no salieron del todo bien. Al final de la temporada mi clasificación fue muy cercana al descenso. Esa etapa de mi carrera arbitral ha sido la más dura, pero de ella salí muy fortalecido mentalmente y me ha servido para superar las dificultades posteriores, y para mejorar en muchos aspectos personales y profesionales.
• ¿A qué árbitro le gustaría parecerse (sólo uno) o, si indica varios, señale alguna característica que destaque en cada uno.
El nivel que hay y que ha habido siempre en el arbitraje español es muy alto y hay muchos referentes de grandísimo nivel. De los árbitros que han estado en activo desde mis comienzos como árbitro mi modelo a seguir siempre fue Luis Medina Cantalejo, del que destacaría su personalidad, elegancia y su excelente condición física.
• En su opinión, cuál ha sido el partido más bonito que ha arbitrado.
Puede sonar a tópico pero me quedo con cualquier partido arbitrado en Primera División. Valoro tanto el hecho de estar en esta categoría, que cada vez que salto al campo lo disfruto como si fuera mi último partido, independientemente del estadio en el que esté o los equipos a los que arbitre.
• ¿Para usted qué es lo mejor y lo peor de este mundo del arbitraje?
Lo mejor del arbitraje es que te forma como persona dentro de una escala de valores basada en la honestidad y la honradez. Y lo peor es precisamente que se dude de ello. Es comprensible que se enjuicien nuestras actuaciones y que se analice si acertamos o nos equivocamos, pero es injusto que se dude de nuestra imparcialidad.
• ¿Qué equipo arbitral se llevarías para arbitrar la final de un mundial? (Un árbitro, dos asistentes y un cuarto, descontándote usted)
Precisamente acaban de seleccionar a Carlos Velasco y a su equipo para el mundial de Brasil. Estoy convencido de que harán un papel extraordinario en el torneo, dejando en muy buen lugar al arbitraje español, del mismo modo que Alberto Undiano y su equipo también lo habrían logrado. Nuestros árbitros “élite” tienen una gran reputación a nivel mundial, y elegir a cualquiera de esos dos equipos supone un acierto y una garantía.
• Finalmente, qué consejo le daría a aquellos compañeros que están empezando
Las exigencias cada vez son mayores en nuestro colectivo, así que les aconsejaría que trabajen duro para estar bien preparados el día que el tren pase para ellos. Y hay dos cosas que no deben perder jamás: la autoconfianza y, sobre todo, la ilusión.
Fuente: CETARA
