martes, 5 de noviembre de 2013

La Presión en el Arbitraje

El árbitro es un deportista y, como tal, debe experimentar una evolución tanto en el aspecto físico y técnico como en el psicológico. El estrés forma parte de esta mentalización  que deben trabajar los colegiados,  ya que aguantar la presión a la que es sometido forma parte del éxito en su progresión como árbitro.
Cuando el colegiado no es capaz controlar el funcionamiento interno dentro del terreno de juego empieza a tener carencias que dañan su imagen, motivación y su capacidad de desarrollarse en categorías superiores.
Por ello, desde joven hay que aprender a convivir con esta presión que viene impuesta en el fútbol moderno, por padres en categorías bases y por un público que desconoce el reglamento y no ayuda a que el joven árbitro adquiera esa experiencia tan necesaria en su desarrollo arbitral.
Sobre todo, se deben trabajar las decisiones que se toman en el terreno de juego y poder ser lo suficientemente fuerte mentalmente para superar un posible error, puesto que cuando nos surge la duda de si hemos acertado o no es cuando realmente debemos ser fuertes. Este aspecto es el que diferencia a unos árbitros de otros, ya que en este momento es donde destaca el buen árbitro. Por eso, se hace necesario transmitir a nuestros jóvenes colegiados la experiencia y el conocimiento de cómo deben actuar ante situaciones de este tipo.
La automotivación y el trabajo en equipo es fundamental para buscar una mejora continua y un buen camino para superar esta presión que, sin duda, nos ayudará a y mejorar nuestro arbitraje.
Cada día los árbitros son más parejos en su formación, existiendo pocas diferencias entre unos y otros, por lo que el colegiado que destaque en este sentido, en superar situaciones de presión, adquiere una ligera ventaja sobre el resto.


Fuente: CETARA

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