Ángel Andrés Jiménez, exárbitro y más conocido como el árbitro de la paz, propone para este verano el mundo del fútbol se llene de torneos educativos en los que se haga hincapié en dos valores fundamentales ( y complementarios ): el respeto y la honestidad.
Es una forma de decir desde cada club que deseamos que estos valores se instauren en el día a día de nuestro fútbol. Si cada club se lanza a ello, podemos conseguir un gran cambio en el fútbol y, en consecuencia, un gran beneficiopara los jóvenes y el mundo en general.
Los valores del respeto y la honestidad pueden trabajarse de la siguiente forma ( es solo una idea, por supuesto ):
1. Antes de cada partido, pancarta o breve lectura de unas palabras en favor del comportamiento respetuoso dentro y fuera del terreno de juego.
Los emisores deben ser los propios jugadores, con mensajes que ellos mismos hayan pensado junto a sus familiares y entrenadores.
2. Compromiso de ayudar al árbitro siempre que sea posible. Con esto va más allá de no engañarlo ( que es lo mínimo que se debe hacer ); la cuestión es que si se ha señalado un saque de banda a mi favor y se sabe que yo le dado el último, se lo diga al árbitro. Siempre que un jugador sabe que el árbitro se ha equivocado a su favor, debe decírcelo. Esto hace crecer muchísimo a los chavales como personas, creando unión y respeto entre todos los participantes. Además de esta forma disfrutan más y mejor de su actividad deportiva, sientiéndose mucho más felices. Está bien que busquen ganar, pero de forma limpia, no a cualquier precio. Ganar perdiendo el honor es la peor de las derrotas.
Si empezamos con estos torneos, el cambio irá calando y está visión del fútbol acabará siendo la que impere. ¡VAMOS A CONSEGUIRLO!
SI ESTÁS DE ACUERDO, COMPARTE LA PROPUESTA. HAGAMOS POSIBLE ESTE SUEÑO.
Fuente: Ángel Andrés Jiménez Bonillo
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