martes, 13 de noviembre de 2018

¿ PAPÁ, PORQUÉ TE VAS OTRA VEZ ? Vivencias del árbitro fútbol sala Munez Carpintero

Es una de las preguntas más fáciles y a la vez más difíciles de contestar. Me la solían hacer mis hijos cada fin de semana, cuando me veían preparar la mochila de arbitrar y salir de casa fin de semana sí y fin de semana también.


Reconozco que muchos días se hacía muy duro escuchar esas palabras, pero poco a poco, se fueron acostumbrando a ello y el sentimiento de responsabilidad y compromiso eran más fuertes que el posible cargo de conciencia por dejarles allí.
La época más dura fue en el verano 2006. Había sido papá hacía unos meses y además me comunicaron el descenso de categoría de 1ª a 2ª División. Fue un palo muy duro y marcó un punto de inflexión en mi carrera y en mi vida, donde estuve a punto de dejarlo todo y cambiar de rumbo, pero al final, reflexioné, recibí el apoyo de mucha gente y como el arbitraje es algo que también te engancha, saqué las fuerzas necesarias para continuar y el esfuerzo tuvo su recompensa antes de lo esperado, ya que la temporada siguiente regresé a 1ª División.


Desde entonces he tenido la suerte de asentarme en la categoría plenamente y dirigir partidos muy importantes (Finales Liga, Final Copa del Rey, Copa de España), con los que soñabas cuando empezabas a pitar partidos de base o ligas locales.
El arbitraje no son solo las 2 horas de 1 partido al fin de semana e irte a casa. Detrás de todo ello, hay mucho más trabajo y dedicación. Horas de preparación física, ver los partidos en directo que puedas o cortes de vídeo para intentar corregir posibles errores. Y luego, aunque seas árbitro de 1ª División y pites partidos a nivel nacional, tú perteneces a tu territorial y los fines de semana que no tienes partido de tu categoría, estás a disposición de tu Comité para dirigir otros partidos desde categoría base hasta Tercera División, así como partidos de cualquier categoría Femenina.
Desde mi experiencia personal, tengo claro que estoy muy orgulloso de la decisión que tomé hace ya 27 años, ya que el ser árbitro me ha generado unos valores muy importantes, tanto a nivel personal como profesional, tales como el compromiso, responsabilidad, sacrificio, humildad y justicia. Volvería a hacerlo de nuevo y no me importaría que mis 2 hijos siguieran mis pasos.
Y por último, a todos los valores anteriores, le falta uno al que le doy una gran importancia. Se trata de la pasión y ganas por hacer lo que haces. Tienes que disfrutar con ello. Lo peor que hay es ver a un árbitro apático y totalmente fuera del partido. Todos tenemos días buenos y malos, pero hay que tener una mínima predisposición para que todo salga lo mejor posible.
Con todos aquellos valores, más la pasión, el éxito está prácticamente garantizado, entendiendo el éxito, no como pitar en una categoría o en otra, sino el conseguir el respeto y la confianza de jugadores, técnicos, directivos, espectadores…, que es lo más difícil de conseguir, pero a la vez lo más satisfactorio y lo mejor que te podrás llevar contigo cuando llegue el final de tu carrera.




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Fuente: Carlos Munez / @ikmaluca   

1 comentario:

  1. No puedo decirte más que, ya sabes, un placer haberte conocido, par muchos años juntos y en todas las categorías que hay en fútbol sala. Y, lo mejor, contar con tu amistad. Un abrazo grande. Javier Ponce

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