Tenemos que hacernos respetar, nunca el control lo pueden tener los equipos
El control del partido siempre lo debe tener el árbitro, desde el
comienzo hasta el final, no puede existir ningún tipo de dudas durante
el encuentro, no nos podemos dejar llevar por jugadores y mucho menos
por el público. Debemos hacernos respetar y eso hay que ganárselo con el
paso de los años, poco a poco y con buena letra, hay que tener mano de
hierro y guante de seda, hay que saber combinar la seriedad y el rigor
con los buenos modales a la hora de tomar una decisión.
Debemos conseguir que tanto jugadores como público en general nos
vean como unos deportistas más, de esta forma y sólo de esta forma
conseguiremos que nos respeten y nos puedan ayudar en momentos
complicados, que desgraciadamente siempre viajan con nosotros.
Siempre que nos dirijamos a alguien utilizaremos los términos
“usted” y “por favor”, evitando en todo momento las risas y las
confianzas, ya que después las utilizarán contra nosotros, por eso cada
uno en su casa y Dios en la de todos. Que nos dejen trabajar tranquilos.
El sentido común del árbitro de futbol
Los árbitros tienen que tomar decisiones rápidamente, basándose en las reglas de juego.
Las Reglas de juego están hechas para proteger a los jugadores y
al juego limpio, pero en la práctica habitual de un partido no siempre
es así y atenta contra toda justicia y el desarrollo normal de un
encuentro de fútbol.
Cuando durante el juego hay una infracción a las reglas de juego,
el árbitro tiene que decidir qué hacer, en ese momento tiene que pensar
rápidamente y tomar la mejor decisión, que será aquella que no
beneficie en ningún momento al infractor. Hay que utilizar el buen
criterio para tomar la decisión mas acertada posible. Sin beneficiar ni
perjudicar a nadie.
El sentido común hace tomar decisiones que no están escritas en
las reglas de juego y que sirven para solucionar conflictos en los
partidos sin beneficiar a ningún equipo por encima del otro. El árbitro
tiene que saber adaptarse a la competición no la competición al árbitro.
El sentido común es una facultad que posee el árbitro para juzgar
razonablemente una jugada determinada dando un sentido lógico a
situaciones que pueden ocurrir en el terreno de juego o fuera de este.
Hay que dar solución inmediata a problemas que surgen en los partidos y
en especial en los de máxima rivalidad.
El sentido común se adquiere conociendo bien el deporte que
practicamos, de las experiencias adquiridas y de las de otros
compañeros, o bien por iniciativa propia sabiendo distinguir una
situación de otra y atendiendo a los comentarios de otros árbitros que
han pasado por situaciones similares.
Para poder aplicar el sentido común no sólo hay que conocer bien
el juego, tenemos que saber bien las reglas de fútbol para saber donde
están esas lagunas o vacíos del reglamento. Hay que saber diferenciar lo
reglado de lo justo pues hay situaciones que no están contempladas en
las reglas de juego y debe ser el árbitro quien tome la mejor decisión y
ésta no es otra que la justa, sin beneficiar en ningún momento al
infractor.
Todos los árbitros deben tener la facultad de distinguir lo que
está bien de lo que está mal. No sólo corriendo mucho o conociendo las
reglas de juego se arreglan los partidos, es importante también tener
buen criterio para solucionar los problemas cuando surgen.
Por eso los mejores árbitros son los que saben aplicar
correctamente el sentido común y aquellos a los que se les designan los
partidos más difíciles son los más preparados para solucionar
conflictos.
Fuente: Árbitro10.com
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