viernes, 7 de diciembre de 2012

El sentido común ( Pérez Lima )

Tenemos que hacernos respetar, nunca el control lo pueden tener los equipos
El control del partido siempre lo debe tener el árbitro, desde el comienzo hasta el final, no puede existir ningún tipo de dudas durante el encuentro, no nos podemos dejar llevar por jugadores y mucho menos por el público. Debemos hacernos respetar y eso hay que ganárselo con el paso de los años, poco a poco y con buena letra, hay que tener mano de hierro y guante de seda, hay que saber combinar la seriedad y el rigor con los buenos modales a la hora de tomar una decisión.

Debemos conseguir que tanto jugadores como público en general nos vean como unos deportistas más, de esta forma y sólo de esta forma conseguiremos que nos respeten y nos puedan ayudar en momentos complicados, que desgraciadamente siempre viajan con nosotros.
Siempre que nos dirijamos a alguien utilizaremos los términos “usted” y “por favor”, evitando en todo momento las risas y las confianzas, ya que después las utilizarán contra nosotros, por eso cada uno en su casa y Dios en la de todos. Que nos dejen trabajar tranquilos.
El sentido común del árbitro de futbol
Los árbitros tienen que tomar decisiones rápidamente, basándose en las reglas de juego.

Las Reglas de juego están hechas para proteger a los jugadores y al juego limpio, pero en la práctica habitual de un partido no siempre es así y atenta contra toda justicia y el desarrollo normal de un encuentro de fútbol.
Cuando durante el juego hay una infracción a las reglas de juego, el árbitro tiene que decidir qué hacer, en ese momento tiene que pensar rápidamente y tomar la mejor decisión, que será aquella que no beneficie en ningún momento al infractor. Hay que utilizar el buen criterio para tomar la decisión mas acertada posible. Sin beneficiar ni perjudicar a nadie.
El sentido común hace tomar decisiones que no están escritas en las reglas de juego y que sirven para solucionar conflictos en los partidos sin beneficiar a ningún equipo por encima del otro. El árbitro tiene que saber adaptarse a la competición no la competición al árbitro.
El sentido común es una facultad que posee el árbitro para juzgar razonablemente una jugada determinada dando un sentido lógico a situaciones que pueden ocurrir en el terreno de juego o fuera de este. Hay que dar solución inmediata a problemas que surgen en los partidos y en especial en los de máxima rivalidad.
El sentido común se adquiere conociendo bien el deporte que practicamos, de las experiencias adquiridas y de las de otros compañeros, o bien por iniciativa propia sabiendo distinguir una situación de otra y  atendiendo a los comentarios de otros árbitros que han pasado por situaciones similares.
Para poder aplicar el sentido común no sólo hay que conocer bien el juego, tenemos que saber bien las reglas de fútbol para saber donde están esas lagunas o vacíos del reglamento. Hay que saber diferenciar lo reglado de lo justo pues hay situaciones que no están contempladas en las reglas de juego y debe ser el árbitro quien tome la mejor decisión y ésta no es otra que la justa, sin beneficiar en ningún momento al infractor.
Todos los árbitros deben tener la facultad de distinguir lo que está bien de lo que está mal. No sólo corriendo mucho o conociendo las reglas de juego se arreglan los partidos, es importante también tener buen criterio para solucionar los problemas cuando surgen.
Por eso los mejores árbitros son los que saben aplicar correctamente el sentido común y  aquellos a los que se les designan los partidos más difíciles son los más preparados para solucionar conflictos.


Fuente: Árbitro10.com

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