Otro reto superado. A este paso a Marisa Villa Gutiérrez no le van a quedar objetivos por cumplir en el mundo arbitral. La manchega pasará a la historia del fútbol por ser la primera mujer árbitro en llegar a Segunda y Primera división, pero la colegiado no se iba a quedar ahí. Tenía que dar un paso más.
Amante del fútbol y, sobre todo del arbitraje, Villa Gutiérrez quiso seguir unida a su mundo y, por ello, tras colgar el silbato, su objetivo fue la enseñanza: ayudar a todos los colegiados a superarse.
Más de 13 años en activo, a nivel internacional, le dan la experiencia y valentía suficiente para afrontar con total garantías su siguiente reto: la colegiada consiguió ser Match Referee Observer. O sea, informadora de UEFA para los partidos internacionales de los colegiados. Primera española en serlo.
Marisa debutó como asesora arbitral en la UEFA Women’s Champions League, que se celebra en Croacia. Allí, tras verse los partidos en directo y grabados, repasó y analizó dos encuentros con los dos cuartetos arbitrales: «Siempre intentamos asesorar a las compañeras para ayudarles a mejorar. Se habla de los aciertos y de los fallos y, sobre todo, se busca el motivo de ello para que, en lo posible, no vuelva a ocurrir». Después, Marisa tendrá que hacer un informe de los colegiados y mandarlo a UEFA.
"Es una experiencia muy positiva, donde todo se hace por el bien del arbitraje"
Resta importancia de ser la persona que derrumba todos los muros del arbitraje, y casi le da corte reconocer que es la primera mujer que informa en UEFA: «Son circunstancias de la vida. Lo más importante es que es una experiencia muy positiva, donde todo se hace para el bien del colegiado y mejorar su arbitraje», y no olvida que siempre hay que estudiar en este mundo, en cuestión de reglamento: «Al cambiar, hay que adaptarse a las nuevas interpretaciones».
La de Ciudad Real tiene claro que para seguir en el mundo arbitral «se debe de pensar en todas las alternativas que tiene y ser Match Referee Observer es una de ellas».
Instructora UEFA
Marisa Villa, dentro del CTA, desarrolla la parcela relacionada con el arbitraje del fútbol femenino. De hecho, la mujer en el laberinto arbitral está subiendo considerablemente en los últimos años (esta temporada Judit Romero será asistente en Segunda división). Asimismo, es instructora en el curso de Jóvenes Árbitros de UEFA. Marisa da clases magistrales, charlas y habla mucho con los jóvenes. Y, justamente, una de sus conferencias a los colegiados fue la que enamoró a la UEFA para ficharla en el momento que se quedase una plaza libre.
Sin lugar a dudas, el seguiente reto, a priori, que se puede proponer Marisa es trabajar para la FIFA... y al tiempo que consigue ser la primera fémina en el organismo futbolístico mundial.
Fuente: Marca.com
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